martes, 18 de marzo de 2014

La farza -



Hay una vieja fábula de Esopo que dice que cierta vez hubo una guerra entre los mamíferos y las aves.
El murciélago que era muy cobarde ideó un truco para no tener que ir a la guerra. Cuando se encontraba con los mamíferos plegaba sus alas y se hacía pasar por ratón, y cuando se encontraba con las aves, extendía las alas y se hacía pasar por ave. Lo inevitable sucedió, pronto las aves descubrieron que no era un pájaro y los mamíferos descubrieron que tampoco era uno de ellos. Desde allí (dice la historia) el murciélago teme volver a salir durante el día y solo anda por la noche, solitario, ya que ambos grupos saben que es un fraude.
Ese es el gran problema cuando no te decides QUIEN quieres ser. O eres cristiano o no lo eres, no hay término medio. No hay espiritualidad prestada. Dios no tiene nietos. El Evangelio no tiene primos. Si no tomas una decisión, tarde o temprano, todos sabrán que eres un fraude.

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