martes, 21 de julio de 2015

DEJALO TODO EN SUS MANOS



DÉJALO TODO EN SUS MANOS

Romanos12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. ¿Cuántos en algún momento de nuestras vidas hemos sido tratados injustamente? ¿Cuántos hemos sido, maltratados, heridos, golpeados, criticados, difamados? ¿Cuántos hemos querido pagar con la misma moneda que hemos sido pagados? ¿Cuántos hemos querido tomar la justicia en nuestras manos y castigar al que nos ha hecho daño? ¿Cuántos hemos querido golpear con nuestras manos al que nos ha golpeado sin piedad? A todos nos ha pasado. Hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, coraje, rencor, dolor, resentimientos por alguna persona, que nos ha tratado mal. Nos olvidamos que Dios es un Dios de amor de misericordias, pero también un Dios justo que no se le pasa nada. Ante Él están reveladas todas las cosas. Él nos ama mucho; Nos ama con un amor tan inmenso que no podemos entender. Cuando digo "nos ama", me refiero a todos los seres humanos. Él es nuestro padre celestial; nuestro creador. Muchas veces olvidamos eso y pensamos que somos nosotros los únicos ante Dios y no es así... Como buen padre está atento a nuestros ruegos; siempre atiende nuestras peticiones y suple nuestras necesidades. Ha dicho en su palabra que todo lo que pidamos creyendo, El nos lo dará. Cuando sentimos malos sentimientos en nosotros, tenemos que pedirle que nos los saque. Que nos perdone por desear mal hacia nuestros semejantes. Que nos ayude y nos capacite; si es posible para poner la otra mejilla. Él nos ha mandado a amarnos los unos a los otros como a nosotros mismos. Cuando sentimos odio, rencores y malos sentimientos contra otros, estamos pecando. estamos deshonrando el nombre de nuestro Dios y estamos siendo culpables de juicio. Dios entiende nuestros sufrimientos y no los pasará por alto. Nos ha dicho: "mía es la venganza yo pagaré". No hay nada que esté oculto ante sus ojos. Él es fiel y justo y dará a cada uno según sus obras {hechos}, sean buenas o malas. Entonces, confiemos y dejemos que Él pelee por nosotros... Dejemos todo en sus manos! Hagamos nuestra parte confiados que El hará la suya...Pidámosle que nos llene de amor, bondad, mansedumbre y tolerancia. Que derrame sobre nosotros su Santo Espíritu y reflejemos su fruto por doquier...

Haydee Rivera

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